sábado, enero 26, 2013

2013

¡Vaya! 2013, ¡13! Cualquier persona con un mínimo ápice de superstición se alejaría lo más posible de este año.

2013 y justo en medio de una crisis mundial, a cualquiera que le enmarcaras esta situación se echaría las manos a la cabeza tan solo haciéndose a la idea.

Pues como todo en esta vida, hay que vivirlo para valorarlo. Es posible que este año sea uno de esos que recuerde durante toda la vida.

Podría ser recordado como el año de la boda de mi hermano, tras dos hijos y una vida asentada en Sevilla trabajando en EADS. Este año ha encontrado un hueco con mi cuñada para formalizar la unión ante la Iglesia, haciendo muy feliz a la abuela del Valle del Jerte y al resto de familiares.


Podría ser importante también por la primera unión de uno de los compañeros de la pandilla, que nos sorprendió hace unos meses arracándose para declarar su amor con Maribel.



Podría ser incluso inolvidable al enterarme el día 28 de Diciembre, el de los Santos Inocentes, de que se casa también la primera compañera del grupo que montamos en la ETSII, será un momento muy bueno en el que nos volveremos a reunir un grupo que actualmente está distribuido por Europa, Sevilla y obviamente Almendralejo.




Pero hace poco más de una semana me enteré de una noticia que en conjunto con las anteriores hará que el año sea completamente memorable. Todavía sin prever las consecuencias a corto, medio y largo plazo una noticia que te cambia la vida, aún cuando sigues con el shock ves que es un gran momento cuando al contarlo a los familiares y amigos se ven caras de sopresa, incredulidad y felicidad (en algunos casos con lagrimas incluidas). La paternidad es lo que tiene, aunque andes buscándola parece que te golpea sin esperarlo. De aquí a nueves meses muchas cosas habrán cambiado.



Si has aguantado hasta aquí te has ganado ver la reacción de los primeros amigos que se enteraron de nuestra nueva aventura Pipe & Marijesu.