Cerrar tareas ya es una sensación increíble, celebrarlo con fiesta y rodeado de buena gente lo mejora
La semana pasada hubo dos actos que indicaban inequívocamente el fin de dos etapas. Los dos tienen en común una cosa: las personas con las que he compartido momentos de mi vida en estos últimos años.
Cada nueva aventura se vive siempre con ilusión, y gracias a los compañeros con los que he tenido que compartir el viaje ha resultado ser fascinante.
Escuela Oficial de Idiomas
Este año he finiquitado una de las espinas que tenía clavada desde mis años de adolescente(ouch), he podido completar la Escuela Oficial de Idiomas en la especialidad de inglés.
No ha sido fácil, retomé las clases cuando volví a comenzar mi vida en Almendralejo como buscador de empleo. Durante estos cuatro años he tenido que hacer malabares para compaginar la escuela de idiomas con mi vida laboral. Empecé trabajando en la ciudad natal para después embarcarme en una ruta que me ha llevado un año por Badajoz, otro por Mérida para acabar la rueda volviendo a Almendralejo.
Desde hace ya un par de meses se venía hablando de una reunión entre los compañeros de la EOI para despedir a nuestra "lecturer" Julie. Ahora que se termina puedo evaluar lo mucho que ha evolucionado mi conocimiento del inglés y, aparte del trabajo personal, tengo que decir que gran parte de conseguirlo se debe al gran ambiente que ha existido en nuestro grupo de clase desde el profesor, Javier, pasando por todos los compañeros, es cierto que algunos de ellos cayeron en la batalla pero todos han aportado y muchos han pasado a la categoría de amigos. Cuantiosas han sido las ocasiones que hemos compartido esos minutos en la puerta, quedando para practicar o para compartir unas gordas de ron.
Para celebrar el final de las clases hicimos una pequeña party en el campito de Mercedes, es triste pero seguramente sea complicado volver a reunir a toda esta gente.
Fiestuki
Visita de Christine(aunque justo ella no aparezca)
Final del curso 1NA
Badajoz
He de decir que Badajoz ha sido una de las pocas ciudades que no me ha transmitido absolutamente nada como lugar, sin embargo no puedo decir lo mismo de la gente que he conocido allí. Viví allí un año, pero los días pasaron muy rápidos indicio de que fue todo muy intenso.
Mis compañeros del departamento me acogieron rápidamente como si me conocieran de toda la vida, por lo que los momentos de risa eran prácticamente continuos. Aprendí muchos de ellos y compartimos algunas jornadas de Moncloa así como algunas copas esporádicas durante el año.
La verdad es que no tengo queja con ningún compañero de trabajo, ni siquiera con Francisco(el jefe) al que agradeceré siempre la confianza que depositó en mí, pero la relación con Emilio y Pablo fue realmente muy estrecha.
Tras un mes de viajante haciendo el puente Almendralejo-Badajoz vi la necesidad de residir en Badajoz para poder disfrutar de la vida.
Eché un boleto para ver que me tocaba, y empecé a compartir piso con dos parejas de hermanos de Jerez de los Caballeros. De nuevo volví a sentir una conexión instantánea, con el paso del tiempo hizo que me sintiera como en una familia. La relación fue estupenda.
Fue duro dejar a todos estos perrunos para tomar camino de Mérida, pero era una oportunidad que no podía desechar.
Hace quince días recibí el whatsapp de estos compañeros de piso comentándome que tras años de convivencia llegaba el momento de dividir los caminos para ir cada uno por su ruta. Todo esto una excusa para poder reunirnos y despedirnos. Tan sólo disfruté un año de convivencia con ellos pero que me tuvieran en cuenta fue un detalle que indica lo unidos que estamos.
Finalmente pudimos reunirnos todos para ponernos al día de nuestras nuevas aventuras y disfrutar de una cena y unas copas.
Gracias a todos!
PD: He esperado algunos días para tener fotografías que compartir pero todavía no ha aparecido ninguna.